domingo, 24 de noviembre de 2013

El proceso para progenitores, hijos y padres adoptivos

Muchos de estos niños y niñas que se fueron en adopción provienen de una progenitora de muy escasos recursos, muchas veces de zonas rurales. En estos casos no es raro que ya existan otros hijos y que la madre biológica sea, por ejemplo, una nana que viene del sur y trabaja puertas adentro y que no puede, por distintas circunstancias, mantener a otro hijo. Para algunos jóvenes enterarse que no fueron hijos únicos les produce profundo dolor, pero es un dolor posible de trabajar una vez que han conocido toda la historia y su contexto.
De acuerdo a Nancy Rodríguez, el proceso de búsqueda de la progenitora puede llegar a ser largo y tedioso. “Porque una cosa es encontrar el expediente, y otra es ubicar a la familia. En este trayecto uno puede encontrar de todo, incluso que los progenitores han fallecido”. Pero es un proceso que, de acuerdo a la psicóloga, de todas maneras vale la pena seguir. “En un 95 por ciento de los casos en que hemos encontrado a la madre biológica, ésta acepta encontrarse con el hijo o hija y, por parte de ellas, no he escuchado otra cosa que todos los días, desde que nació ese hijo que se dio en adopción, han pensado en él o ella; en cómo estará, si estará bien cuidado, tendrá una buena familia o si estará bien atendido”.
Que todo el proceso se realice con la ayuda y mediación de los especialistas es fundamental. Rodríguez explica lo que ocurre una vez que ya se ha ubicado a la progenitora. “Siempre es a través nuestro. Nos informamos bien de la situación de los padres biológicos o progenitora, en coordinación con los asistentes sociales. Si ella está de acuerdo en un encuentro con su hijo o hija, lo coordinamos. Les pedimos a las partes que escriban una carta y manden una foto. Nosotros evaluamos, preparamos a los hijos y los asistentes a las madres. Esto, con el fin de evitar falsas expectativas y garantizar un encuentro apropiado. Una vez que el encuentro ya se ha realizado les pido que me informen, siempre con la idea de ir mejorando los procesos”. Y no puede dejar de destacar que cada caso es distinto y que después de cada obtención de información o reunión, más allá del tipo de información con que se encuentren, siente que el trabajo valió la pena.
La profesional enfatiza que Sename tiene claridad que su labor en este proceso es la de ayudar, informar, asesorar y contener. “Hay que tener mucha paciencia y preparar a los jóvenes para el encuentro. Algunos pueden ser muy demandantes. Es necesario también prepararlos para la frustración, cuando después de un período largo de búsqueda no se ha podido obtener más información”.
El panorama que enfrentan los padres adoptivos en este proceso para Nancy Rodríguez también es claro. “Se asustan. Más las madres, en mi opinión, que los padres; a las madres adoptivas les da mucha inseguridad. Y el temor más común que uno encuentra es que el hijo o hija se quiera ir con los padres biológicos o su progenitora. Lo que nunca es así. Lo que uno ve es que los jóvenes están buscando esa parte de la historia que les falta y una vez que la tienen son capaces de quedarse tranquilos y seguir adelante con sus vidas”.
http://revistaadopcionyfamilia.blogspot.com/2013/08/busqueda-de-origenes.html

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